Carnes y derivados cárnicos de origen porcino, probables vías de difusión de la PPA para América
La globalización mundial ha permitido que muchas enfermedades se difundan entre países, zonas o regiones con una gran velocidad, no solo por el comercio de bienes y materias primas, sino por el turismo y las actividades humanas que este implica.
Enfermedades como la Peste Porcina Africana que se transmiten por contacto directo, ya sea de animal a animal o a través de fómites y carne y productos cárnicos contaminados, suponen un reto adicional y es fomentar las buenas prácticas de Bioseguridad y crear conciencia en los viajeros acerca del riesgo que implica para un país, el traer carne o productos cárnicos de países afectados.
Antecedentes
La Peste Porcina Africana (PPA) es una enfermedad viral causada por el único virus de la familia Asfarviridae, que fue descrita por primera vez en África en la década de 1920 (Dixon et al., 2005), para la cual no existe una vacuna que prevenga su presentación.
La enfermedad afecta tanto cerdos domésticos como salvajes de todas las edades y razas. Se ha investigado la susceptibilidad del pecarí de collar (Tayassu tajaccu) al virus de la PPA, demostrando ser completamente resistente (FAO, 2010). Esta es la especie silvestre presente en los países de Centro América, El caribe y le región Andina de Sur América. En América del Norte y en la región Austral de Sur América, existen poblaciones de Jabalíes (Sus scrofa) que fueron introducidas al continente para la caza y que si son susceptibles al virus de la PPA.
El virus de la Peste Porcina Africana se trasmite por contacto directo, ya sea de animal a animal o a través de fómites contaminados con secreciones o por carne y productos cárnicos de cerdos infectados.
La dosis de virus en sangre es considerablemente superior al del resto de secreciones, por lo que una pequeña cantidad de sangre podría infectar a un número considerable de animales. El periodo de viremia en PPA es largo, lo que permite la presencia prolongada del virus en el torrente sanguíneo de los animales infectados (Gabriel et al., 2011).
La larga permanencia del virus en los tejidos contaminados, unido a su gran resistencia a las distintas condiciones de temperatura, son claves para que la principal vía de entrada de la enfermedad en países libres sea por desperdicios de productos de cerdo contaminados, transportados en barcos o aviones internacionales (Sánchez-Vizcaíno y Arias, 2012).
Probables vías de ingreso
Teniendo en cuenta la alta resistencia del virus de la PPA, la cantidad de replicas virales presentes en la sangre y el número de países afectados por la enfermedad, lo que significa que más del 70% de los cerdos se encuentran en zonas infectadas, es muy probable que la difusión de la enfermedad a los países de la América Continental se dé por el ingreso de carnes, derivados cárnicos o productos infectados, ya que el importante número de producciones de traspatio o familiares existentes en los países de Latinoamérica con nulas medidas de Bioseguridad y con prácticas de alimentación de animales con desperdicios de cocina, aumentan el riesgo de ocurrencia de un brote.
Las basuras áreas y marítimas constituyen una de las principales vías de ingreso de la enfermedad, razón por la cual las autoridades veterinarias deben reforzar y auditar las acciones de recolección, destrucción y disposición final de estos residuos.
El reforzamiento de las actividades de inspección de equipajes de los viajeros que ingresen por aeropuertos, puertos y pasos fronterizos debe ser prioritario, a fin de detectar y proceder al decomiso, destrucción y disposición final de carnes y derivados cárnicos. Es necesario garantizar que los decomisos de aeropuertos sean destruidos de manera adecuada para impedir que terminen siendo consumidos por animales y prohibir el ingreso de carnes y derivados cárnicos de origen porcino a las granjas.
Es clave la implementación de medidas básicas de bioseguridad en producciones familiares y de traspatio, que incluyan el confinamiento de los animales, la restricción de ingreso de personas ajenas, la implementación de labores básicas de desinfección con productos de uso común en las casas, como el hipoclorito de sodio, y la recomendación del no uso de desperdicios de cocina en la alimentación de animales o si esto no es posible, que los desperdicios sean hervidos durante una hora antes de ser suministrados.
Mario Peña González
Director Área Erradicación de Peste Porcina Clásica y sanidad
Porkcolombia - FNP